Vanessa Kaiser
¿Qué te motivó a escribir sobre la cultura de la muerte y su expresión política en el progresismo?
La falta de conciencia política que observamos en general respecto a la agenda de la Nueva Izquierda. La entrega de nuestra soberanía a organismos internacionales, el avance de la implementación de políticas ilegítimas, el uso que hacen de las mujeres y las minorías para subvertir el orden social, deconstruir nuestros valores, acabar con la familia y desacralizar la infancia al punto de castrar a niños inocentes bajo el paraguas de la ideología de género.
¿Ves alguna expresión de esa cultura también en la derecha?
Depende de qué entendamos por derecha. Si nos hacemos cargo que el nuevo mapa político se configura entre globalistas y patriotas, por supuesto que encontraremos en la derecha tradicional a muchos políticos que, con o sin conocimientos sobre el carácter progresista de las materias que legislan, terminan siendo de izquierdas. Todo apoyo a la pérdida de soberanía, a la ideología de género y al cambio climático antropogénico elevado al nivel de dogma religioso debe ser considerado de extrema izquierda. La Nueva Derecha ya lo entiende así. Hablamos de políticos como Donald Trump, Javier Milei, Santiago Abascal, Giorgia Meloni, etc.
¿Es posible recuperar los valores cristianos a nivel político, social y cultural? ¿Cómo?
En algunas personas el desprecio a la vida, al prójimo y al mundo se experimenta como una enfermedad cuyo remedio es la espiritualidad. La casa de sanación son las iglesias cristianas. Nuestro problema es que parte importante juega a favor del progresismo y los feligreses ya no saben adónde refugiarse para sanar. De ahí que el trabajo de las iglesias cristianas en la toma de conciencia sobre el ataque que la Nueva Izquierda está haciendo a las raíces de nuestra civilización, sea de vital importancia. Basta con que analicen la inauguración de los juegos olímpicos para graficar mi punto. Hoy en día no necesitamos más pruebas de la veracidad de la tesis que sostiene la Nueva Derecha, sobre que estamos siendo subvertidos y nos encontramos en medio de una batalla colosal en contra de la supervivencia de todo nuestro mundo: democracia, mercados libres, infancia, religión, familia, etc.
¿Qué consejo le darías a quienes deseen ingresar a las esferas políticas para librar el combate cultural?
Deben leer a autores como Agustín Laje, Pablo Muñoz Iturrieta, Cristián Rodrigo Iturralde, Nicolás Márquez, etc. La formación es fundamental para entender qué es la famosa Agenda 2030 (2045) y enrostrar a cada correligionario su participación cuando lo haga a favor del progresismo. Si no hacemos ese trabajo, los chilenos seguiremos sumidos en la ignorancia. Sin entender por qué el presidente habló de que ellos son la vanguardia, tras la derrota del mamarracho, ni los discursos de Irina Karamanos que suelen ser motivo de bromas cuando, la verdad, debiésemos estar muy preocupados porque sus planteamientos representan la quinta esencia del progresismo que le ha declarado la guerra a la civilización cristiana.
¿Cómo fue tu experiencia publicando con la Editorial Conservadora? ¿Qué es lo que más destacas de nuestro trabajo?
“Las cosas claras conservan la amistad” es una frase apropiada para resumir una experiencia de apoyo, trabajo en equipo, codo a codo, transparencia y cariño que espero sea el primer capítulo de una larga historia en este combate a una ideología que está destruyendo nuestro mundo común.
Fundo El Algarrobal
Colina, Metropolitana, Chile
+(56)-2-2914-1437
Para consultas particulares, haz clic en el ícono.
Déjanos un mensaje y motivo de consulta y te responderemos a brevedad. También puedes dejarnos algún comentario o sugerencia.