Entrevista

¿Qué lo inspiró a escribir “El Bien Común”?

La extraordinaria ignorancia que domina la política actual de este concepto que es la clave indispensable para organizar una política humana. Mientras se mantenga esta ignorancia, no habrá paz en las sociedades.

Revisando su historia de vida, ¿cuál ha sido el mayor aprendizaje que le ha regalado Dios, que pueda servir como enseñanza para quienes también deseamos contribuir a la cultura y a la patria?

El hallazgo de la sabiduría de santo Tomás, tan perfeccionada por los tomistas a lo largo de los siglos.

Después de terminar de escribir su libro «El Bien Común», ¿qué le ha parecido la experiencia de publicar con Editorial Conservadora? ¿Tiene pensado publicar otra obra con nosotros en el futuro?

Estoy muy conforme con el trato que me ha dado la editorial. Efectivamente, deseo seguir publicando en ella.

En sus libros se vislumbra un orden moral objetivo que no se refleja en la estructura política y social de nuestros días. ¿Cuál cree usted que es el camino correcto para recuperarlo?

Todo pasa por la inteligencia. Es necesario reeducar a la juventud. Desde que la masonería se apoderó del Ministerio, la educación se ha ido degenerando paulatinamente hasta llegar al desastre actual.

Hoy campea el relativismo; la búsqueda de la verdad pareciera no inquietar a las nuevas generaciones. ¿Cómo podríamos alentar a los jóvenes a edificar un futuro basado en la verdad?

Mediante la educación. Dado que la educación formal no está cumpliendo su deber, los padres deben dedicarse a ello, comenzando con su ejemplo, que vale más que mil palabras. En este aspecto, la Iglesia Católica es la madre y maestra de todos. Todo lo que se edifique fuera de ella, carece de valor trascendente, que es el único que importa, ya que nuestra vida es muy fugaz.